Pelos de gato en la ropa, lágrimas nadando sobre las mejillas y ansiedad en las entrañas. Zenda supo desde que tuvo conciencia de su existir que su vida sería triste y corta, al menos eso era lo que estaba escrito en su destino; canciones de bandas separadas, muchos perritos y amor. Una historia de amor entre tanto dolor que florece como lo hacen los tulipanes en la primavera. Una línea delgada entre la salvación y la locura; Y un linaje familiar que parece querer perseguirla hasta morir, pero Zenda no la dejará, ella quiere querer vivir. Que los perritos y el amor homosexual nos salven de la vida.
3 parts