Misión Clase S

La familia Namikaze Uzumaki es especial. Sus padres no se aman, sin más no fueron obligados a casarse. No, su mamá nunca se embarazó antes de tiempo y no fue nada producto de una borrachera. Simplemente... una misión.

-Cómo se lo dijo el agente Uzumaki -exclamó papá-, ustedes fueron criados con una única misión en mente.

-¿A qué se refieren? -mi hermano, Deidara, me apretó la mano.

-Cariño -susurró-, somos espías, y por lo tanto tenemos una misión.

-Eso ya lo sé. Pero no comprendo en que tiene que pintar esto Naruto y yo.

-Verán, hace tiempo la familia Uchiha....

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-¿Cómo te sientes? -intenté apaciguar su ira, pero Deidara era una bomba.

-Como me siento -gritó-, como también te sientes tú, Naruto. Al menos nos hubieran dejado decidir, no simplemente darnos luz para que después no les importemos y entregarnos como esclavos a una mafia.

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-Lo haré -miré asombrado la tranquilidad que Deidara me irradiaba, parecía ir comprendiendo las cosas. Mamá sonrió con su decisión, pero antes de que dijera algo, Deidara continuó hablando-, pero con una condición.

-¿Qué quieres cariño? -tanto mamá como papá le dieron un espacio entre el mueble, sin más este no aceptó.

-Una vez acabada con la misión... -posó sus azules ojos en mí y por un ligero instante supe lo que iba a hacer. Le negué con la cabeza, pero parecía ya ser su decisión-... una vez acabada la misión, quiero quedarme con el derecho legal de Naruto y nunca más volverlos a ver.

Esta idea se me ocurrió cuando leía un libro, como que hubo una idea suelta en ello y pam, se me apareció todo esto.