"He hit me and it felt like a kiss". Sofoca su llanto, mientras el pecho se le hunde y en la garganta la agonía se atora. Temblando, no puede dejar de tensar su cuerpo, petrificado ante la impotencia, observando al hombre de ojos huecos que poco promete y tanto hiere. Rasga su piel, pudriendola ante el meticuloso paso; cada centímetro fue tocado, dejándolo cada vez más inerte pero aún así logra convencerse de que es el hombre al que ama, el lo ama y cada dolencia es sinónimo de eso»