14 parts Ongoing - No puedo doctor - dijo el alfa, desesperado.
- Tienes que hacerlo si no morirá - contestó el médico, su mirada era seria ininmutable.
- No puedo marcarlo contra su voluntad - respondió el alfa, tratando de pensar cuál era la mejor opción.
- Es la única manera de que se salve - respondió mirando nuevamente el expediente. El joven alfa respiró hondo.
Acarició su cuello lo lamio y al sentir el sabor de su piel, el deseo irrefrenable por marcarlo lo invadió, Mio grito su alfa y el hundió sus colmillo en su cuello, eternamente mío.
Bienvenidos a la segunda parte de la novela Los Tres Reyes.