Que en el nombre de dios, todos tus pecados sean excomulgados -aclamo aquel hombre terminando de atar a la joven al mástil de madera y dejando que la leña a sus pies fuera apilada sobre sus piernas dejándola bajo sus rodillas- te amo minji -alcanzó a susurrar aquellas palabras de manera moribunda , pues no era más que un saco inservible de carne y hueso debido a las diversas torturas a las que fue sometida, Aquel fue infernal había sido encendido y con ello los gritos desgarradores de la joven empezaron a resonado por toda la plaza , olor a carne cocida de igual manera empezaba inundar las fosas nasales de todos los presentes. aquello era una advertencia para todos aquellos que se atrevieran a blasfemar contra la sagrada iglesia-