Confiar en quien amas no sé si es virtud o defecto, en verdad no sé si se puede amar en realidad a una persona. Todos los días me pregunto si habrá alguien quien merezca darles tus latidos junto con tu alma, pero a veces observo a mi alrededor y me doy cuenta que nadie es lo suficiente para entregarle la vida entera. Siempre he sido ese tipo de persona ajena al amor, al deseo necesario de estar con alguien más. He pensado que el deseo del cuerpo y la compañía de otra persona no es necesario, siempre he pensado que tener a alguien a mi lado sería una gran distracción del propósito que tienes en frente. De algo si me doy cuenta, es que el ser humano inferior necesita el amor carnal. Siempre he pensado que es mejor estar sola durante tú proceso de desenvolverte como persona, como alguien en la vida. De qué sirve tener a una persona frenando tus deseos futuros. Pero como siempre dicen que no podemos hablar sobre algo que es ajeno a ti, no sabes si te tocara una persona para tu vida mejor o peor de lo que te esperabas. Pero confiar en alguien es tan difícil que a veces da miedo entregarte por completo, es mejor observar de lejos las experiencias de alguien más, ver si le va bien o mal es mejor mirar que vivirlo. Pero cada persona tiene sus propios propósitos, experiencias, vida, toda persona vive diferente. Un día alguien dijo que él para siempre, siempre termina. Llegar amar en estos tiempos es un riesgo muy grande. El amor es un arma con la que todos nos suicidamos una vez. Eso pensaba siempre hasta que lo conocí a él, el chico de los ojos color miel, alguien que encajaba perfecto en todas mis expectativas de la vida. Era el, la persona que jamás imagine encontrarme, esa persona que no esperaba para mi vida. Solo es cuestión de tiempo para que tu persona ideal llegue a tu vida, para complementar el vacío que ni tu mismo sabias que tenías. Pero como siempre, la felicidad llegara y con lágrimas terminara...