La esperanza de un mundo se había extinguido en las últimas miradas de los desaparecidos. Sus más cercanos como testigos presenciaron el desvanecimiento de sus propias vidas ante sus ojos, borrando de sus rostros las más brillantes sonrisas, las miradas más tristes o los llantos más desolados. En un segundo, todos se habían ido. Pero aquel momento sumido de silencio les permitió comprobar que eso no era así: las miradas que desaparecían volvían para brillar en una oscuridad eterna, permaneciendo en tierra como un último recuerdo que pretendía ser real. Los ecos inofensivos, aunque con un pasado hiriente, resistieron estáticos con una sonrisa para aquel que pudiera verlos, pero pronto ni ellos recordarían por qué sonreían. "Un investigador se propuso desvelar el entramado detrás de la serie de desapariciones, incluida la de su hermana, mientras se adaptaba a un mundo completamente nuevo habitado por los supervivientes. Pero, cuando secretos gubernamentales le sean revelados y, con ellos, la realidad sobre un mundo de ecos, la verdadera carrera por descifrar la teoría de los ecos comenzaría".