En las páginas desteñidas de mi "Poemario de la Tristeza Antes del Despertar", yace el eco de mis susurros más íntimos, tejidos con hebras de melancolía y lirismo. Cada verso, como pétalos caídos de un oscuro jardín interior, lleva consigo el peso de la noche y el anhelo de la aurora.
En estas estrofas impregnadas de sombra, danzan las penumbras de mis sueños rotos, melodías de la nostalgia que se deslizan entre los pliegues del alma. Los versos, como lágrimas congeladas en el tiempo, retratan la danza eterna entre la luz y la oscuridad, entre la esperanza y la resignación.
En este poemario, las palabras son el eco de mis suspiros, el eco de un corazón marchito que busca refugio en la poesía. Cada poema es un reflejo de la fragilidad humana, un testimonio de la belleza efímera de la tristeza y el dolor.
A través de las páginas desteñidas de este libro, invito al lector a adentrarse en los laberintos de mi mente, a explorar los rincones oscuros donde yacen mis miedos y mis anhelos más profundos. Aquí, en este universo de palabras, el silencio habla y las sombras cobran vida, en un eterno diálogo entre la luz y la oscuridad, entre la vida y la muerte.
En el "Poemario de la Tristeza Antes del Despertar", cada verso es un susurro, cada estrofa es un eco, y cada página es un reflejo de la fugacidad de la existencia y la eternidad de la poesía.