Inmarcesible. Así fue el primer atisbo de lo que ella creía que era el amor, una flor que parecía eterna, pero que escondía espinas. Siempre tímida, siempre reservada, se sumergió en un sentimiento que la atrapó, cegada por lo que imaginaba que debía ser amar. Al principio, pensó que el amor solo era entrega y sacrificio, hasta que conoció el dolor que también puede traer. Pero entonces apareció alguien más, alguien que le mostró que el amor podía ser distinto: suave, cálido, sanador. Se encontró atrapada entre dos formas de entender lo que sentía, debatiéndose entre el amor que la lastimaba y el que la ayudaba a crecer. Y aunque lo comprendió al final, para cuando supo cuál camino debía seguir, ¿tal vez ya era demasiado tarde? Inicio 20/09/2024 Obra 100% mía.All Rights Reserved
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