El príncipe y alfa Lee Minho encontraba bastante intrigante a su beta, Jisung, contratado no hace mucho por la familia real para servir fielmente al segundo hijo de los reyes. Minho no lograba entender cómo es que un beta podía llegar a atraerlo de tal manera como lo hacía Jisung, su respirar, su caminar, su forma de actuar o de vestir, la delicadeza en sus palabras al momento de hablar lo tenían cautivado totalmente, incluso el suave y muy tenue aroma dulzón que desprendía muy de vez en cuando.