Jiseok era un joven ejemplar, o al menos según los adultos lo era. Siempre solía hacer lo que su familia le dijera, y por más que lo humillaran era mejor quedarse callado. Más que un miembro de la familia, era su marioneta. Su mayor miedo era pensar el qué diría la gente si le llegara atraer un hombre, era algo inmoral y fuera de lugar.
Jooyeon era un hombre tan despreocupado, que seguía sus sueños y hablaba de sus intereses e inconformidades sin vergüenza o problema alguno. Aunque en algunos momentos, y con algunas personas, era mejor ocultarlo para no manchar el nombre de su familia, la cual también era importante.
¿Quién diría que dos personas tan diferentes terminarían en el mismo camino?
tw: homofobia, temas delicados con respecto a salud, sexo, etc.
Únicamente es contenido de entretenimiento. No busco ofender a nadie con mi contenido.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...