Jiseok era un joven ejemplar, o al menos según los adultos lo era. Siempre solía hacer lo que su familia le dijera, y por más que lo humillaran era mejor quedarse callado. Más que un miembro de la familia, era su marioneta. Su mayor miedo era pensar el qué diría la gente si le llegara atraer un hombre, era algo inmoral y fuera de lugar. Jooyeon era un hombre tan despreocupado, que seguía sus sueños y hablaba de sus intereses e inconformidades sin vergüenza o problema alguno. Aunque en algunos momentos, y con algunas personas, era mejor ocultarlo para no manchar el nombre de su familia, la cual también era importante. ¿Quién diría que dos personas tan diferentes terminarían en el mismo camino? tw: homofobia, temas delicados con respecto a salud, sexo, etc. Únicamente es contenido de entretenimiento. No busco ofender a nadie con mi contenido.