El universo era una completa negrura, hasta que eso nació; la Luz. Pero nunca se halló en soledad, por el contrario; siempre tuvo a la calma de la Sombra junto a sí. Y de esta unión surgieron los colores que inundaron al mundo, y así mismo nació Vida, y poco después su hermana Muerte. Estos sin embargo no podían simplemente quedarse en el firmamento y abrazar al cosmos como si podía hacerlo el color. La Luz y la Sombra, que hasta entonces nunca vieron algo tan maravilloso como lo que generó su procedencia, decidieron encargarse de distribuir la naturaleza de estos por el cosmos. Los siglos pasaron, y así también los milenios, el cosmos se llenó de Almas que convivían en la mortalidad hasta ser parte del firmamento, y la Luz y la Sombra por fin descendieron a nuestro planeta, la Tierra, y permitir que Vida y Muerte conocieran su misión entre las almas. Pero poco sabían de lo compleja, absurda y vil que resulta la materialidad de las almas humanas.All Rights Reserved
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