A una la tachan casi universalmente de lunática. El otro es casi universalmente despreciado como traidor y mortifago. Ahora, un giro improbable de los acontecimientos ha puesto el destino del Mundo Mágico en sus manos. Cuando Draco y Luna son enviados en un intento de salvar a todos, no tenían forma de saber que en el camino podrían terminar salvándose entre sí también.