Reinar no es solo llevar una corona, es soportar el peso de un reino sobre los hombros, donde cada decisión puede forjar o destruir. Es caminar la delgada línea entre la justicia y la compasión, enfrentando tormentas que pocos comprenden, con una fortaleza que solo un verdadero monarca, forjado por el sacrificio, puede poseer. Algo que no todos comprenderán. -𝘈𝘯𝘰𝘯𝘪𝘮𝘰-