Dos jóvenes amigos que se quieren, su cariño se convierte en amor pero cuando se lo demuestran ya es tarde. Ella siempre lo espero y él siempre pensó que como la queria tanto debía dejarla ir si regresaba es porque era para él.
Un cruce de miradas, un instante que suspende el tiempo. En ese suspiro, las decisiones fluyen y la felicidad, antes lejana, se vuelve cercana, como si el destino susurrara en silencio, el silencio que aguardaban ambos por miedo.