Las clases sociales se verán expuestas ante un enfrentamiento al ver cómo una plebeya de mediana edad se casa con el viudo Taedino Crudele, emperador del sacro imperio italiano y padre de dos hermanos en línea sucesoria.
Los príncipes imperiales son soberbios, mezquinos y endiosados narcisistas; el suspiro de cualquier dama en aquella época. Ellos serán la autoridad de dicha majestuosa crueldad coronada como el mayor atractivo revelado en la sociedad.
Regina Amanti, empleada del servicio real, hijastra del veterano gobernante y hermanastra de los príncipes, se verá intimidada frente a sus imponentes presencias. Una mujer cautivada por los dos hombres más deseados y poderosos del continente. Será un auténtico suplicio ser cómplice de una tensión sexual entre individuos condenados.
Unas miradas que dictarán sentencia ante esta castidad, ofreciendo destellos de lujuria e insensateces.
Groserías, infames vulgaridades y presuntuosos deseos florecerán en el palacio de Los Crudele, la familia real más poderosa de Europa en tiempos de guerra.
Ambientada en el siglo XIX y entre las faldas de Regina, nuestra protagonista.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.