Jennie Ruby Jane Kim era la emperatriz perfecta en todos los sentidos: inteligente, valiente y sociable. Era amable con sus súbditos y devota a su marido. Se conformaba con vivir el resto de sus días como la sabia emperatriz del Imperio de Oriente. Pero un día, su esposo trajo a una amante y le exigió el divorcio. "Acepto este divorcio... y solicito autorización para volver a casarme". En un giro inesperado, Jennie se vuelve a casar con otra emperatriz y conserva su título y su sueño de ser emperatriz. Pero ¿cómo se desarrollaron los hechos? ADAPTACIÓN. Esta novela no es de mi propiedad, todos los créditos a su respectivo autor/a.