Normalmente, cuando quien solía ser tu ser más amado, la persona en la cual podías confiar plenamente, tu mejor amigo, te abandona, lo único que ocurre es perder la confianza, y hay un largo camino en la vida para recuperarla. Al principio, te sientes desorientado, como si una parte de ti mismo se hubiera perdido. Las noches se vuelven más largas y los días más oscuros, y te encuentras reviviendo los momentos compartidos, preguntándote en qué momento todo se torció.
El vacío que queda es profundo y doloroso. La traición de alguien tan cercano deja cicatrices invisibles pero persistentes. La confianza, una vez quebrantada, se convierte en un delicado cristal que requiere tiempo, paciencia y esfuerzo para ser restaurado. Cada nuevo encuentro, cada nueva relación, se ve teñido por la sombra de la desconfianza. Te vuelves cauteloso, guardando tu corazón con más recelo, temeroso de volver a sufrir la misma decepción.
Sin embargo, con el tiempo y el apoyo adecuado, comienzas a sanar. Aprendes a valorar las lecciones que el dolor te ha enseñado y encuentras la fuerza para abrirte de nuevo. Aunque el camino es largo y a menudo solitario, cada pequeño paso hacia adelante es una victoria. La confianza, aunque frágil, puede ser reconstruida. Y con cada nuevo amanecer, descubres que eres más fuerte y más sabio, listo para enfrentar el mundo con un corazón que ha aprendido a amar y a perdonar, incluso en medio de la adversidad.
𝗦𝗢𝗖𝗜𝗔𝗟 𝗠𝗘𝗗𝗜𝗔 𝗹 - jxf
★ inicio: 14 03 2024
★ final: 15 06 2024