"Si soy un omega..., ¿Me trataras de la misma forma?" Shoto y Katsuki se conocen incluso desde antes de tener memoria, siendo mejores amigos Katsuki conoce a la perfección los pensamientos de Shoto y viceversa por lo cual Shoto es plenamente consciente del desprecio que Bakugo siente por los omegas desde que eran simples cachorros descubriendo el mundo a un ritmo alarmante. A sus diecisiete años de edad, semanas antes de los exámenes de genero, mientras intenta que su adolescencia suene al ritmo de BØRNS y Joji, comprender a su mejor amigo y la vida en general es cada vez más difícil. Sobre todo si los resultados de esas estúpidas pruebas te pueden convertir en lo que la persona que más aprecias, odia.