En el tranquilo interior de la mezquita, sus miradas se encontraron por primera vez. Entre la melodía suave de las palabras sagradas del Imam, sintieron una conexión especial que los hizo sonreír tímidamente. En ese momento, supieron que algo especial estaba naciendo entre ellos, algo emocionante y nuevo. Cada mirada furtiva era como un pequeño secreto compartido entre dos corazones jóvenes, listos para explorar el misterio del amor en medio de la calma de la mezquita.