La mayoría de las especies de tiburones son depredadores que se alimentan de peces, focas, pingüinos e incluso otros tiburones.
Los tiburones cuentan con siete sentidos, los cinco que comparten con los humanos y además un sentido llamado "eléctrico" (los poros que detectan corrientes eléctricas diminutas de agua) y una línea lateral(células que se encuentran por debajo de la piel y que son sensibles a lla presión). Estos les ayudan a detectar presas y evitar depredadores.
Aunque cada tiburón es único, todos tienen características comúnes.
Los tiburones tienen una vista extraordinaria y a menudo dependen de este sentido.
Eso fue algo de lo que escribí en el ensayo sobre mi animal marino favorito para la clase de Biología.
Cuando escribí el ensayo, jamás paso por mi cabeza, ni siquiera un momento, lo que estaba a punto de ocurrir.
Aunque bueno, ya había investigado mucho, o por lo menos lo suficientemente, puesto que mi ensayo abarcó 4 hojas en word y además suelo memorizar muchas cosas, así que, bueno, ya tendría herramientas para defenderme o al menos mantenerme a salvo ante el ataque de alguno. O... más bien, eso creía....
El amor no siempre muere con el último aliento. A veces, queda suspendido en el tiempo, latiendo en cada sombra, en cada susurro del pasado que se niega a desvanecerse.
Han pasado años desde aquella noche en la que el frágil balance se rompió. Katherine Blackwood debería estar muerta, pero el destino tenía otros planes. Ahora, en un mundo que no deja de recordarle lo que perdió, debe aprender a vivir con las cicatrices de una historia que nunca se cerró por completo.
Adhara crece con el físico de su padre y el peso de su ausencia. Las promesas incumplidas siguen persiguiéndola. Y cuando el pasado regrese con fuerza, Katherine tendrá que enfrentarse a la verdad que siempre temió: algunos amores nunca desaparecen, solo se transforman en ecos de lo que una vez fueron.
Pero... ¿qué pasa cuando esos ecos comienzan a gritar?