Valentina Carvajal es la estrella del momento, pero aun muy inocente para la industria musical. No puede ver el impacto y lo que genera en la gente. No entiende a las personas que podrían pagar millones para verla, o aquellas que tiemblan con su simple presencia, o gritan acercando un teléfono a su rostro para tomarse una fotografía. Algunos dicen que es muy ingenua, pero en realidad solo es una joven normal que ha trabajado mucho por llegar a donde esta. Y ahora, frente al éxito de sus resultados, sufre de síndrome de impostor. Juliana Valdes es lo opuesto en líneas generales. Una graduada con honores de la secundaria que prácticamente le otorgó pase libre para presentarse a la universidad que quisiera. Decidió quedarse en su amada California y estudio en Los Ángeles donde actualmente reside de forma permanente. Aunque la música no es parte vital de su vida, como tal vez lo es en la de su mejor amiga Rebeca, esta agradecida por el trabajo que consiguió en el mejor estudio de la ciudad. Le ha enseñado mucho y tal vez ha aprendido a reconocer un do de un mi a pesar de solo dedicarse a trabajar detrás de un escritorio. Ella sabe todo, bueno casi todo, sobre la estrella del momento porque su mejor amiga es fanática. Sus trabajos se entremezclan y extrañamente se vuelven amigas, hasta que las cosas escalan y ninguna sabe donde están paradas ni si hay espacio para una en la vida de la otra.