Ian Corvey era conocido de muchas formas, para su familia era un joven cariñoso y trabajador, para sus amigos era un profesional, para un desconocido era un triunfador, y para mi lo era todo.
Me enamoré de Ian y poco a poco me fui metiendo de pleno en su vida hasta descubrir sus secretos y darme cuenta que el Ian que yo conocia tenia otras facetas y mucho en su contra, pero a mi en su favor. Él era un ladrón y a mi me había robado el corazón, mientras que a los otros les robaba el dinero. Pero no era un carterista, el era de una escala mayor.