Ella se fue en verano, y ese verano fue el más frío de su existencia, el dolor de la pérdida estrujó su corazón de forma cruel. El verano después de ella, fue un infierno de dolor y recuerdos, un verano de tortura. Un verano de pensamientos y delirios. Pero ya era primavera, y después de años de ejercer como reconocido actor de telenovela cursi y cliché, lo último que Aiden Fletcher imaginó necesitar fue.....un cliché.