"Después de innumerables intentos, finalmente logró abrir la puerta con fuerza. Al adentrarse, se encontró con Anthony yaciendo en el suelo, su rostro bañado en lágrimas, sosteniendo desesperadamente su teléfono.
- No responde... - sollozó entre lágrimas - ¡Valentino, ese desgraciado, no contesta ninguna llamada! ¡Mierda, fui un completo idiota!
Sus palabras se cortaron abruptamente cuando sintió los brazos de Hunter envolviéndolo con firmeza desde atrás. Era un abrazo cálido, lleno de consuelo y protección, que de alguna manera logró calmar el torbellino de emociones que lo consumía."
Tenía solo 16 años, y su imagen ya se encontraba completamente envenenada por la morbosidad. Anthony se odiaba a sí mismo, pero halló en "Husky" una oportunidad de verse diferente.