Cuando por fin nos encontramos, cuando por fin nos miramos por primera vez, ya era tarde. Ya estábamos en un punto muerto donde lo único que teníamos y conservamos era la "esperanza", donde no había nada que hacer contra los problemas, más que tener resignación.
Me encontraste huyendo de mi vida, como un cobarde que lo deja todo, y te encontré luchando por mantener la tuya, cansado y al borde de ceder. Nos topamos como tonos grises en un mundo colorido, nos hicimos cercanos por la soledad que a ambos nos envolvía, nos encontramos como si de toda la vida nos conociéramos y no fuéramos, simplemente, dos extraños al borde de la muerte.
Tal vez yo no sea la llave que habrira la puerta a tu libertad, lejos de tu problema, pero puedo quien rompa la ventana para que huyas de ellos.
No soy nadie, no tengo nada, y solo me dedico a ocupar un lugar en el mundo. Muy diferente a ti, que lentamente, te volviste una razón para vivir, para darlo todo en cada sentido de la vida.
Y aunque no sea nadie, daré todo para que tú no lo seas, para que no estés roto en un mundo que se esmera en eso. Curar lentamente de ti, curar tus heridas hechas injustamente.
Déjame amarte, déjame curarte, déjame pintarlos de mil colores solo pasa nosotros, cambiemos el gris de nuestras vidas con las brochas de cada uno.
-Luis.All Rights Reserved