Rosella Swan, la hija mayor de la ex pareja Charlie Swan y Renée Dwyer, fue una niña muy dulce mientras crecía. A pesar de sus rarezas, Ella nunca dejó de tener una vida normal, tenía muchos amigos en la escuela, salía en ocasiones sociales con amigos, tenía una vida social muy buena, a diferencia de su hermana menor Isabella Swan, que era más tímida y callada, no tenía amigos y no le gustaba salir de casa. Después de muchos años de vivir con su madre, Ella y su hermana Bella se mudan a Forks, donde ahora vivirán con su padre, pero lo que las hermanas no esperaban era que al mudarse a este tranquilo pueblo encontrarían algo que cambiaría sus vidas para siempre.