Desmond Léon Vaughn es uno de los hombres con poder e influencia en el mundo. Es un político, empresario y multimillonario. Tiene una hermosa esposa, Bella Smith. Además, está próximo a postularse como candidato presidencial. Justo cuando su vida parece estar en el mejor momento, su amada y mejor amiga, Bella, fallece.
La mayoría de las personas que lo rodean están con él por lo que tiene; sin embargo, ella fue una de las pocas que lo amó sin importar su poder, su dinero o sus defectos. Le expresó su cariño de la forma más sana, pura y linda desde que se conocieron. Con la partida de su amor, cae en un estado deplorable en el que no sabía cómo salir, cómo seguir con su vida sin ella, y olvidó cómo luchar. Echaba de menos su risa, sus labios rosados y cómo se formaban sus hoyuelos al sonreír. No dejaba de extrañar el brillo que irradiaba su hermosa Bella.
Los días pasaban sin que a él le importase; se sentían como horas y también una eternidad sin ella. Cuando estaba en su punto más bajo, recibe una llamada: una segunda oportunidad de vivir y de perdonar a su yo del pasado, de hacer las cosas bien. Toda su vida da un giro cuando la mamá de su fallecida esposa pronuncia las palabras: "Linda Vaughn Smith, es tu hija". Al parecer, lo único que le quedó de Bella, una bebé de la cual apenas se enteró de su existencia unos segundos atrás, pero que le cambiaría la vida para siempre.
Después de una gran herida queda una cicatriz. Muchos las ven con horror; sin embargo, se darán cuenta de lo bellas que pueden ser. Al verlas, recordarán lo valientes que fueron, el amor, su verdadero significado, sus formas y sus sentidos. Pueden hacer que de las cicatrices salgan flores. Volverás a reír, a soñar y comenzar a vivir.