Hay sueños que necesitan volverse metas. Y metas que deben ser soñadas. Creo yo, la poesía es el lenguaje más directo y abstracto que se puede encontrar en la literatura, es una forma de ponerle guirnaldas a las palabras para decorar la realidad (o fantasía) plasmada. Es, tal vez, la definición de un amateur que aún debe descubrir las mentiras del mundo, esas que cautivan las miradas inocentes de los románticos y pensadores clásicos. Seguramente Borges y Sabines habrían dicho algo diferente, pues los lentes con los que veían el día a día eran muy propios. Me pregunto yo ¿Con que lentes veo yo la vida? Y es la respuesta a esa última pregunta la que intentaré responder con este cobarde texto. Acompañen a este ignorante virtuoso en su búsqueda de su definición propia de poesía y vida, una búsqueda que no merece (aún) se gaste papel ni tinta.