Es loco ver cómo los ricos a veces olvidan que los trabajadores también somos personas, dentro de sus lujos y ostentosidad, nos encontramos los simples mortales que nos dedicamos a servirles y atenderlos, todo por un sueldo miserable que con suerte me alcanza para cubrir mis gastos. Sin embargo ahí estamos, chupando las medias de los ricachones. Nunca he sido fan de mi trabajo, yo creo que nadie lo es, pero en este mundo de los ricos los insultos y las denigraciones son pan de cada día. Trabajo en una de las boutiques más caras de Francia, dónde se consiguen las mejores prendas de las mejores marcas, adoro ver el lujo, pero vivirlo es otra cosa muy distinta y bastante tediosa. Me llamo Vanessa, y soy una mujer latina que intenta vivir el sueño francés en la ciudad del amor, al llegar aquí mi prioridad era solo yo, hasta que me di cuenta de lo sola que estaba y ahí es cuando aparece el galán de esta historia, que créanme es todo menos lo que yo espere que sería el amor de mi vida... somos como el aceite y el agua, pero supongo que si vives en la ciudad del amor todo es posible cuando de eso se trata. Veamos cómo la vida de lujo de Felipe Beaumont, encaja con la sencillez de Vanessa Cruz.Все права защищены
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