En el suave murmullo de las palabras entrelazadas, me perdía en el suave murmullo de tus palabras, donde cada sílaba era una melodía que acariciaba mi alma. Me transmitías paz y armonía con tan solo escucharte, como si cada frase fuera un suspiro que envolvía mis sentidos. Fue entonces que entendí, en ese rincón de encuentro, que juntos somos poesía.