En la entrada del cine, Yuan, el protagonista, se encuentra absorto en la marquesina que anuncia su película favorita. La emoción palpita en su pecho mientras se dispone a comprar un boleto para la función de las 7:00 p.m. El aroma a palomitas y la tenue luz de las lámparas crean un ambiente mágico, como si el destino conspirara a su favor. Al llegar a la barra del cine, Yuan se topa con un apuesto empleado de ojos inquietantes. Faioh, con su uniforme impecable y una sonrisa tímida, le entrega el boleto con manos que parecen temblar. El roce fugaz de sus dedos despierta algo en Yuan, una conexión inexplicable que va más allá de una simple transacción.
¿Quién es este enigmático empleado? ¿Por qué su mirada parece esconder secretos? Entre entradas y miradas furtivas, Faioh y Yuan se adentran en un juego de seducción y misterio. Pero justo cuando la atracción florece, un oscuro enigma amenaza con separarlos.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.