Nami es vista como una mujer modelo por la alta sociedad, una buena esposa que es capaz de hacer lo que sea por su esposo y una chica de buenos modales. Pero todo era una falsedad... Nami no era así, no amaba a su esposo, lo odiaba con todo su ser y odiaba a todo el mundo de la alta sociedad. Lamentablemente no tenía escapatoria de ese lugar, creyó que jamás podría salir de ese lugar pero alguien la hizo darse cuenta de que puede ser libre y amada al mismo tiempo.