Nos Dolerá Decirnos Adiós

El mayor enemigo de la vida es el tiempo. No habrá una catástrofe que termine con todas las personas ni si quiera una gota de sangre que aquel artefacto provoque con su actuar. Las mismas personas serán las causantes de promover el caos debido a que el tiempo finalmente se cansó de esperar a todos, reclamara por fin su dicha. El tiempo se termina para todos...

Dos personas no pueden hacer la diferencia.
Tampoco 9 billones.
Ni si quiera tu ni yo.
No podemos luchar contra algo tan incontrolable como el tiempo que ahora se ha vuelto finito.

El tiempo no espera a ninguna alma y tampoco hará la excepción por un par de soñadores que están dispuestos a aventurarse por arriba del sistema establecido, así que quiénes no están dispuestos a ver tal unión en este mundo donde los números y las máquinas están predominando, serán condenados junto a todos los incrédulos de las advertencias que ya no esperarán a nadie más...

¡Palpitar... Palpitar...! ¡No pueden ignorarlo todo el tiempo!
El reloj comenzó y nada podrá pararlo... Ni si quiera el amor.

El mundo no está preparado para recibir tal noticia. Ocultarlo a toda costa para evitar el caos en las calles, aunque nos destruya la consciencia, solamente pido al cielo si acaso hay algún ser superior que vea estos acontecimientos... Que solo nos regale un poco de tiempo.

Si todos nos congelamos a la vez eternamente entonces hay que hacerse la pregunta...
¿Quién me recordara si muero en este mundo...?
Solo yo llevaré los recuerdos que quedaran dentro de mi corazón sobre ti que fuiste lo más importante, aunque no nos quisieron dar más tiempo juntos.