Samantha Rivera y María Victoria Arellano.
No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos la estatura. Nunca pensaban igual, tenían ideas muy diferentes y actitudes contrarias. María Victoria era dueña de si misma, Samantha era una chica insegura. Sus manos parecían ser hechas como piezas exactas para encajar una con otra, con los dedos entrelazados y mirando a la misma dirección.
Samantha era su pequeña.
Está historia no me pertenece, todos los derechos a su autor original.
podrán poner pedidos , y como va hacer la reacción
los pedidos pueden tardar , recuerden que pueden comentarme en privado si no quieren decir el pedido
no asepto +18
tn puede ser chico o chica , cómo ustedes quieran
« actualmente estoy en reacciones yanderes »
Muchas gracias por su tiempo y disfrute 𝕃𝕠𝕤 𝕢𝕦𝕚𝕖𝕣𝕠