El es parte de mi inocencia e indecencia, el es parte de mi madurez e inmadurez, el es parte de mi doble moral, el es parte de mi pureza e impureza, el es parte de mi felicidad y tristeza, el es parte de mi orgullo y decepción, pero sobre todo el es parte de mi vida y de quien soy. El es la manipulación y seducción al mismo tiempo, él es la tristeza que lleva su corazón, él es la mirada triste y caída que llevan sus ojos, el es su alma desgarrada, el es su mente calculadora, él es el aprovechamiento que saca de los demás, él es el niño inocente que no merecía sufrir, pero sobretodo él es la persona que no supo cuidar y valorar lo que alguna vez tuvo a sus pies. Siempre lo amaré porque cuando lo conocí y me enamoré, yo le entregué el cuchillo del amor que siempre estaba apuntado hacia mí, y eso nunca me importó con tal de estar a su lado. •Historia en curso•