El bucle del sol

Recuerdo perfectamente nuestro primer encuentro, ella estaba entrando con la espalda erguida, la frente en alto, su mano derecha se posaba sobre la izquierda, tenía una caminata controlada que desprendía una fina elegancia, cualquiera que la miraba sabía que se trataba de una mujer que contaba con un status más alto del que se pudieran imaginar, sus ojos y cabello eran de un color negro, tan brillante... y profundo, que podía ser comparado al de una fiera. Cuando la vi solo pude notar cada uno de sus rasgos, ese vestido negro que hacia recalcar cada parte de su figura, era una mujer que no era ni delgada ni gorda, en una palabra, parecía que era una reina quien estaba entrando en este lugar... lleno de enfermos mentales.