6 parts Ongoing Cuando una persona hace un gran logro, es normal que algunas personas lo admiren; a lo mucho, lo idolatran. Pero cuando Merlina Addams salvó a Nunca Más de su destrucción y perdición inminente, se ganó varios fans: personas con la mente igual de desequilibrada y retorcida que Merlina. Realmente no entendía por qué la idolatraban: hizo todo lo que hizo de una manera moralmente cuestionable y, la mayor parte del tiempo, actuó por sus propios intereses y su curiosidad morbosa. Idolatrarla era un error patético, de personas idiotas que no tenían mucho que hacer con su vida.
Pero si de idiotas se trataba, probablemente Agnes DeMille sería la idiota número uno. La stalker de Merlina, una chica de 15 años que flexibilizó su moral para llamar la atención de aquella salvadora, poniendo dos vidas en riesgo con un acertijo perverso, que Merlina realmente nunca admitiría lo ingenioso que fue. Para Merlina, esto era solo un estúpido obstáculo más; esta tarada la había hecho gastar su tiempo con esa tontería. ¿Solo por su amistad? Realmente patético. Pero tenía que aprovechar esto de alguna u otra forma, así que la volvió su mandadera personal, que era prácticamente una esclava. Todas ganaban.
Excepto Enid Sinclair, que no podría estar más molesta con este trato.
-¿En serio vas a trabajar con ella después de lo que me hizo? ¡Trató de matarme! -Esta queja estuvo presente durante días, hasta que Enid se tragó su orgullo al ver que Merlina no iba a cambiar de opinión y que Agnes no iría a ningún lado.
Pero seguía molesta; tenía una clase de celos que la estaban matando. No sabía realmente el porqué de este sentimiento. Tal vez era porque se sentía desplazada, o tal vez porque, de una u otra forma, se estaba enamorando de su compañera de cuarto... y verla con otra persona la estaba matando.