Una alma inocente y pura se ve gradualmente corrompida por la maldad, perdiendo el brillo en sus ojos mientras un caparazón se forma en su corazón para evitar la traición a toda costa. Encerrado como un águila enjaulada, su existencia se consume con negocios y codicia. La oscuridad se vuelve su aliada, las mentiras y verdades su manto; la frialdad y astucia, su herramienta para los negocios, y el cuchillo afilado, su arma contra los enemigos.
Cuando un supuesto enemigo debe ejecutar, el destino interviene, sembrando la duda en su mente y llevando su vida por un giro inesperado. Quizás, esa persona logre mostrarle un camino diferente, convirtiéndose en su luz en medio de la oscuridad, pues aún podría quedar algo de humanidad detrás de la fachada de crueldad.