Me siento muy vacío, por eso es necesario tener un nuevo poder en mis manos, y ese es el del arzobispo del deseo, el que había sido propiedad de Camilla, el arzobispado de la lujuria.
Ningún ser puede huir del destino que ya fue escrito, solo un ser irregular, un ser especial, una pobre alma que no puede hacer mucho más que sufrir y calcular.
Pero un que este muerto en vida y en alma, un amor hará que el, aún que siga sufriendo y seguramente peor, nunca deje de ser su heroe
Abbie tiene un problema y la solución está en la puerta de al lado.
¡Ella no ha hecho nada malo! Sin embargo, su excompañera de hermandad la ha puesto en un aprieto en donde su futuro universitario pende de un hilo.
Con el tiempo corriendo, pánico y una mejor amiga experta en dar soluciones, Abbie explora las opciones, pero no tarda en darse cuenta de que Damiano, el frío jugador de hockey y su ceñudo compañero de piso, es la respuesta.