Corrí desesperadamente, no tenía dirección alguna, mi única intención era escapar. En momentos caía pero me levantaba y seguía corriendo. No me pude alcanzar Ese era mi único pensamiento. Si me atrapaba estaba muerta. Durante horas lo único que hice fue correr, caer y mirar atrás para asegurarme de que lo había perdido. Mi cuerpo pedía a gritos un descanso y mi respiración decía lo mismo. Ya no puedo más Cuando estuve segura de que lo había perdido me detuve, mi piernas temblaron y caí rodillas, ya mi cuerpo no era capaz de sostenerme. "Tranquila, aquí estas a salvo" Fue lo último que escuché antes de caer en una inmensa oscuridad