6 parts Ongoing Mature¿Imagína ser consiente del día de tú propia muerte?
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Emma
-¿Los mataste?
Tiene las malditas manos manchadas de sangre. No hay duda. Los mató. Sin remordimientos. Sin temor. Sin alma.
Intento correr, pero mis piernas no me responden. Mierda.
Dos cuerpos yacen inertes sobre el suelo como muñecos rotos. Él me busca con la mirada, y lo único que encuentra es mi desconcierto absoluto.
-Sus vidas eran insignificantes, dulce Emma -arrastra cada sílaba de mi nombre como una caricia venenosa, su voz tan suave llena de seducción, como si los asesinatos que acaba de cometer no fueran más que un mero juego.
Lo poco de razón que me queda me grita que huya.
Pero antes de moverme, ya lo tengo frente a mí, acorralándome con esa maldita sonrisa.
-Soy un ser oscuro, Emm -gruñe, su boca rozando mi cuello. Un escalofrío me recorre la columna. Sus palabras son promesas de muerte envueltas en deseo-. Mato. Reclamo. Conquisto. Y destruyo.
Cada palabra se clava en mi pecho, como un veneno lento que arde, que quema... que seduce. El terror debería dominarme. Debería odiarlo.
Pero en lugar de eso, siento cómo el pecho se me comprime y el aliento me tiembla.
Antes de procesar todo, antes de que piense otra vez que tengo enfrente un maldito asesino, me besa.
-Soy el único con derecho a destruirte -susurra sobre mis labios.
¿Qué tan difícil es resistirse a la oscuridad?
¿Ser la presa o el cazador?
Esas preguntas rondaban mi mente constantemente.
¿Debo unirme a la cacería o dejar que me maten?