Desde que tengo 10 años, me imaginaba ¿qué pasaría? si un mafioso italiano se enamorara de mi. Aunque sabia que eso nunca pasaría porque estaba muy pequeña sin contar que donde vivo es probable que no exista la mafia y mucho menos la mafia italiana. Hasta que cuando cumplo 13 y mis pensamientos se hicieron realidad y no de una bonita manera. Mi vida dio un giro se 360 grados cuando Salvatore Mancuzo puso sus ojos en mi.