La lujosa pastelería de Park Jimin tenía como objetivo satisfacer anhelos. Su producto estrella eran unas galletas afrodisíacas que daban traviesas ideas hasta al mismo Jimin. Detrás de sus gruesas gafas, el doctor Jeon JungKook, socio de Jimin, era un auténtico Profesor Chiflado. Jimin estaba más que preparado para disfrutar de sus fantasías con ese lobo con piel de empollón siempre que respetaran algunas reglas básicas: el sexo era sexo, los negocios eran negocios y nada cambiaría. Excepto que las reglas estaban para no cumplirlas y, después del primer beso adictivo, llegó el momento de ver si podían satisfacer <todos> los apetitos del otro.