Peter encierra al niño en una alta torre en un lugar escondido, donde sólo él puede acceder, y donde la hará creer que es su padre real. Sin embargo, conforme va creciendo, Liam desea la libertad y conocer el mundo exterior. Especialmente desea ir a ver las linternas que en cada uno de sus cumpleaños ve aparecer en el cielo. Será cuando un rufián encantador llamado Theo entre por casualidad en su morada buscando refugio cuando su mundo se volverá al revés y comenzará la aventura.