El de la gran sonrisa. El de las travesuras. El que amaba la pasta y odiaba la remolacha. El que llenaba de ternura el rostro de todos. El que no podía faltar en la rumba. El tritón invencible admirado por sus discípulos... y por las niñas! El solidario porque si...sin razones para estar ahí, puro corazón. El niño sabio que repartió lecciones de vida a todos. El de los sueños y el empeño optimista de alcanzarlos. El encantador que decía sin tapujos lo que sentía. El que sembró en muchos corazones con su ejemplo de vida el verdadero significado del amor, la amistad,... la hermandad. El maestro que fue tempranamente convocado a enseñar a nadar a los ángeles del cielo. Todos recuerdan las cosas de Cesar y su capacidad de unir a la gente...de amar sensiblemente. El hijo, el hermano, el sobrino, el nieto, el ahijado, el primo, el pana, el profe.... el amor... en todas sus formas, él. Hoy convertido en luz, en otra estrella traviesa que nos sonríe desde el cielo cada noche...eternamente.All Rights Reserved
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