En un laboratorio de la milicia en Alemania, en donde la humanidad y la empatía no existían, los científicos buscaban la forma de saber cómo podían mejorar a sus soldados, tanto en lo físico como intelectual, muchos huérfanos infantes fueron sacrificados según, por su nación, para encontrar la respuesta a esta duda.
Solo cinco niños sobrevivieron, pero con defectos en sus sentidos, algunos con habilidades sobrenaturales y otros perdiendo hábitos normales. Sin embargo, un día pudieron huir y esconderse en un pueblo de los Estados Unidos.
Ahora que consiguieron su libertad, tendrán que convivir como una familia extraña de insubordinados.