Poner cara fuerte en medio del pánico

Peter sintió el dolor de su cuerpo tratando de unirse incluso cuando estaba destrozado. Su sentido arácnido le gritaba sobre el peligro, un peligro del que no podía escapar. Rogó de todos modos, rogó al señor Stark que lo salvara. Sabía que no era justo para el hombre... lo hizo de todos modos. Conteniendo las lágrimas, Peter se disculpó con su mentor mientras se desvanecía en el polvo.

Verde, un verde fluorescente brillante llena su visión, se está ahogando en él. Ahogo. No puede respirar, el verde le llena la nariz, la boca, los pulmones. Hasta que no lo está, no se está ahogando y respira desesperadamente, tosiendo el líquido verde mientras jadea con avidez por aire.

No hay nadie que le diga a Peter que está bien, ni la cálida presencia de su tía, ni el aroma de canela que llena sus fosas nasales, ni el aceite de motor con el que se había familiarizado tanto gracias a su mentor. Estaba verdaderamente solo en este mundo frío y oscuro.

¿Encontraría el camino a casa? ¿O tendría que crear uno nuevo en un mundo desconocido?