Miranda Wilson no cree en el destino, ni en el amor, ni en las estupideces que la gente usa como excusa para tomar malas decisiones. Para ella, la vida se reduce a contratos bien redactados, victorias en la corte y cumplir las imposibles expectativas de unos padres que nunca dejaron de presionarla.
Pero todo su mundo perfectamente calculado empieza a tambalear cuando Alex Harrington, un CEO multimillonario y experto en romper reglas (y corazones), entra a su vida. ¿El problema? Él no solo está metido en un lío legal, sino que parece empeñado en meterse también en su cabeza... y tal vez en su corazón.
Cuando Alex le propone un trato sin sentimientos, solo placer, ambos creen que es el acuerdo perfecto. Pero lo que empieza como un juego pronto se convierte en algo más complicado, y Miranda descubrirá que el control que tanto valoraba podría ser lo primero que pierda.
Entre contratos, silencios incómodos y miradas que queman, Miranda y Alex aprenderán que, a veces, el destino no se puede esquivar... por más que lo odies.
Kim nunca pensó que mentir en su currículum la llevaría a una completa travesía con su joven jefe.
Nico nunca pensó que darle una oportunidad a Kim la convertiría en el amor de su vida.