Le toco madurar a temprana edad, para poder cuidar a su pequeña hermana. Por que claro, quien mejor que el para cuidar de la única persona mujer que amara como nunca amara a otra mujer. -No te preocupes, Amber siempre tendrás amor, tal vez de madre y padre no, pero si un hermano mayor que sera como tu padre -Susurre, entre lágrimas. sosteniendo aquella bebé de apenas tiene dos días de nacida. Esa pequeña niña que desde el que en que nació marcó mi vida, esa pequeña niña que fue como una bendición para mi, esa bebé tan pequeña como una flor, tan frágil como un pétalo, tan brillante como el sol. -Maldita sea, ¿como es que hago un biberón?-Mi niña, tiene hambre y no se hacer un biberón. -Ya, ya, ya, no llores ¿si?-Susurre desesperado porque Amber dejara de llorar y durmiera un poco. En dos horas tengo ensayo con mis amigo, Bill, Georg, Gustav, y Amber no duerme, los chicos están por llegar, Amber no deja de llorar. Mis padres tienen dos días que días que desaparecieron, aun no hay rastro de ellos, no se sabe nada de ellos. Por suerte la policía no sabe que soy menor de edad y no sabe que tengo a una bebé de apenas dos días de nacida.